Al salir de Marrakech, destino a Ouarzazate, pasamos el Atlas, que mas que un paisaje montanoso parecia que hubieramos aterrizado en marte. Y todo el camino estaba salpicado de kasbahs (fortalezas de adobe), asi que paramos a ver algunas. Para llegar a la primera tuvimos que desviarnos de la carretera principal por un camino de cabras. Nada mas meternos por este camino se nos tiraron encima del coche unos cuantos de los autoctonos y nose como no nos los llevamos por delante. Tras varios kilometros pensamos que nos habiamos perdido, pero no, en cuanto empezaron a tirarsenos gente encima del coche nos dimos cuenta que habiamos llegado: era la kasbah de Telouet. Amablemente, un bereber saharaui se presto a hacernos de guia (mejor dicho, se nos impuso. Asi que con el visitamos la kasbah que estaba medio derruida, pero la parte que se mantenia en pie era muy chula. Medio en espanol medio en frances nos explicaba la historia del lugar aunque, cuando nos dijo que en las montanas aun vivian trogloditas, me imagine que la mayoria de las cosas que nos conto serian trola. Despues de la visita nos invito a un te en el garito de unos colegas, donde un negrer muy majo nos explico los simbolos de las alfombras bereberes y luego, como no, intento endosarnos unas cuantas, pero no lo consiguio. Somos fuertes!!! Fueron muy amables y les dejamos propinica, y al saharaui tambien, por supuesto, y hasta casi le tenemos que pagar al perro que nos vigilaba el coche. Empapados en sudor, subimos al coche y a continuar el viaje. Como no encontramos ningun sitio para comer nos compramos en un puesto un pan de pita y quesitos: buenisimo. Ya por la tarde llegamos a la kasbah de Ait Benhaddou, mucho mas chula que la anterior, pero como hacia calor y estos son unos pesados, ya nos estaba esperando un supuesto guia, la vimos por nuestra cuenta quitandonos muchos moscones. Al final llegamos sobre las 7 a Ouarzazate, nuestro final de etapa, y para aliviar el calor, banito en la piscina.
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