La tormenta de arena

Tras un viaje en el que ibamos pasando del desierto al oasis, con una parada en las Gargantas del Todra, donde comimos en la Kashba, y teniendo que esquivar a algun que otro kamikace que se nos tiraba encima del coche, llegamos a Hassi Labied, un pueblo de 4 casas de adobe, con calles sin asfaltar, en pleno desierto de dunas, Erg Chebbi. Nos alojamos en Chez Sophie y Sayid, una casa familiar de adobe, en la que los unicos huespedes occidentales eramos nosotros. Vamos, que creemos que las mujeres, crios y gatos que habia por alli eran familia de Sayid. Y nada mas llegar, con un calor que te torras, nos fuimos a dar una vuelta en camello. El mio aun se porto bien, aunque no hacia mas que cascar, pero el de Gorka... Este siempre se coge a los mejores: cuando le daba la gana, el camello se paraba y se sentaba, y yo me escojonaba, claro. A pesar de lo que pensabamos, no hacia calor, y eso que eran las 19:30, pero cuando empezamos a subir por la duna se desato una tormenta de arena, y hasta empezo a llover, lluvia en el desierto!!! Andando alcanzamos la cima de la duna, unos 160 metros, aunque lo nuestro nos costo. Se nota que nos hacemos mayores. Casi sin tiempo para descansar bajamos a los camellos, porque teniamos la tormenta encima y, ya de noche, volvimos a la kasbah. Aunque la tormenta todavia nos haria alguna que otra jugarreta...