19 de julio de 2010

Regateando

Nos hemos vuelto unos expertos del regateo. Es como un juego, algo divertido, donde miden sus fuerzas el comprador y el vendedor. Y practicando el regateo nos pasamos la última tarde en el zoco de Marrakech. Y la verdad, según uno de los puestos, éramos bastante duros. Nosotros decíamos una cifra y no nos bajábamos del burro, aunque nos insistiese mucho el moro. Al final, nos salíamos con la nuestra y nos íbamos con una sonrisa en la cara creyéndonos los máximos triunfadores en esto del regateo. Pero, al rato, lo piensas y, te das cuenta, que si lo que hemos comprado nos lo han dejado al precio que queríamos, lo que habrá ganado el moro!!!!! Te gastes más o te gastes menos, en esto del regateo siempre sales perdiendo. Aunque conseguimos unas gangas: unas zapatillas por 15 euros, un paquete de tabaco y un boli; y dos pareos por un dos por uno. La verdad es que fue divertido.
El viaje desde Essaouira a Marrakech fue algo ajetreado. Madrugamos porque teníamos que devolver el coche antes de las 12 del mediodía y calculamos unas 3 horas. Pero no nos podíamos imaginar que la carretera estaba en obras y, en lugar de haber desvíos, se pasaba por encima de la carretera en obras, es decir, por caminos de tierra y a 20 km/h. Por lo que el viaje se empezó a alargar y no encontrábamos ninguna señal que nos dijera que estábamos en la carretera correcta. Al final, llegamos a tiempo, sin ningún percance y, lo más importante, sin que nos parara la policía!!!! Así que no tuvimos que sobornar a ningún agente ni pagar ninguna multa. Ahora sólo espero no haberme acostumbrado a la forma de conducir en Marruecos.
Nos despedimos de este país tomándonos un refresco en una terraza de la plaza Jemaa El Fna viendo atardecer. Una imagen inolvidable.

1 comentario:

  1. Enhorabuena por vuestra aventura y gracias por compartirla con tanto detalle. He disfrutado leyendo cada entrada como si yo también estuviera allí. Soys unos cracks y unos verderos aventureros. Hay que ser muy valientes para lanzarse de esa manera a un país tan distinto de la manera como lo habéis hecho, improvisando en cada etapa y mezclandoos con la gente.

    Saludos.

    Javier B.

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