... una ciudad laberintica donde el deporte nacional es el asalto al turista. Y el nuestro, tratar de esquivarlos. No veais que pesados que son aqui, es desesperante. En un par de horas que estuvimos por la medina nos entraron mas de diez 'amigos' dispuestos a guiarnos por las callejuelas a cambio de unas monedas. Uno hasta nos estuvo acompanando un poco tratando de guiarnos, y contandonos que era estudiante, que se queria sacar unas pelas, que Espana la mejor, la seleccion es la hostia, que se fue de fiesta con unas portuguesas y no habia dormido, bla, bla, bla. Ellos jugaban bien, pero nosotros mejor, porque nos los hemos quitado a todos de encima, aunque con mucha paciencia. Nos alojamos en un hotel en la ciudad nueva, pero no muy lejos de la medina, pero al lado del McDonalds (viva el imperialismo americano). Un poco cutre, pero bueno, se podia dormir. Eso si, la ciudad esta llena de 'gorrillas' a los que tienes que pagar por aparcar el coche en la calle, en cualquier calle. Pero nosotros, haciendonos los tontos, nos escaqueamos. Somos unos profesionales.
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