Duchas a la luz de las velas

Cuando llegamos a la kasbah no nos cabia un grano mas de arena en el cuerpo, asi que lo primero una duchita. Cuando Gorka estaba dentro de la ducha, en pelota picada, a punto de abrir el grifo de agua fria (porque hacia un calor...)... va y se apaga la luz. Yo pense que la culpa era nuestra, porque teniamos todas las luces de la habitacion y el ventilador encendidos, pero no, la tormenta habia dejado sin luz a toda la rodeada. Asi que ya vino Sayid a darnos una vela. En esto que Gorka seguia en pelota picada y sumido en el mas absoluto silencio sin sus aparatos en la ducha sin saber que hacer, hasta que llegue yo con la vela. Pues bien, como utilizan una bomba electrica para subir el agua, no habia agua en la ducha, asi que tuvimos que salir al corral, donde tenian una cabra, a ducharnos a la ducha de los trabajadores, que Sayid amablemente habia decorado con unas velas, para poder ver. Asi que ya nos veis, Gorka duchandose mientras yo esperaba en el corral con la cabra y una linterna. Al final, nos duchamos y cenamos el tayin con pollo bereber que nos habian preparado y, cuando ya nos habiamos acostumbrado a las velas, volvio la luz, y con ella el calor. Diran que las casas de adobe son frescas, pero en esta, las paredes ardian.